Perro Viejo Si Aprende Trucos Nuevos
Según el investigador canino Stanley Coren, de la Universidad de British Columbia en Vancouver (Canadá), los perros pueden distinguir más de 160 palabras. Además, son capaces de resolver problemas complejos, con unas habilidades mentales próximas a la de un niño de 2 años de edad. Según Coren se puede distinguir entre tres tipos de inteligencia canina: la instintiva, la adaptativa y la de trabajo y obediencia. Esta última es la que diferencia principalmente a las razas: los collies son los más inteligentes, seguidos de caniches y de los pastores alemanes. El cuarto en la lista es el golden retriever, y el quinto puesto lo ocupa el doberman.
La primera se llama inteligencia instintiva y está relacionada con todas aquellas habilidades que determinan para qué fue criado. Por ejemplo, si el animal ha sido criado para arrear a los animales. Su grado de inteligencia se mide por su capacidad para reunir a los animales y cómo los dirige.
La segunda dimensión de la inteligencia se denomina inteligencia adaptativa. Básicamente se refiere a las habilidades que tiene el perro para aprender cosas por sí mismo. Este tipo de inteligencia, puede diferir entre los perros de una misma raza. Por ejemplo, los perros de raza Golden Retriever tienen la misma inteligencia instintiva. Sin embargo, mientras la mayoría son bastante inteligentes, quizás entre ellos se encuentre uno que parece totalmente desorientado y comete los mismos errores una y otra vez. La diferencia entre los distintos Golden Retriever es una la diferencia en el grado de inteligencia adaptativa, la cual se puede medir mediante el uso de las pruebas adecuadas.
Finalmente, el tercer tipo de inteligencia en los perros es aquella que se relaciona con su habilidad en el trabajo y el sentido de la obediencia que tiene el animal. Se basa en cómo el perro puede llegar a seguir las órdenes que emiten los humanos.
Hasta se ha podido demostrar que perros de mayor edad pueden utilizar sin mayor problema pantallas interactivas con ejercicios básicos de aritmética.
Así como lo demostró un estudio científico de la facultad veterinaria de Viena, donde cientos de perros, de al menos seis años, aprendieron a usar una pantalla con sus hocicos.