Los perritos en la literatura
Los mejores personajes caninos
La literatura nos permite conocer y amar personajes que se vuelven esenciales en nuestra vida, que una vez que los conocemos los adoptamos como parte de nosotros. Y es que la pluma de los escritores, nos brindan perritos imaginarios, que nos hacen parte de sus aventuras.
Por eso hoy, en el marco de la 116° entrega del Premio Novel de literatura hablaremos de los 5 perritos más icónicos que se han escrito. Esos personajes caninos que después de haber leído sus peripecias y aventuras todo mundo añora. Acompaños y descubre junto con nosotros lo real de este mundo de literario y como todos tenemos un perrito que puede ser un personaje de novela.
Por eso hoy, en el marco de la 116° entrega del Premio Novel de literatura hablaremos de los 5 perritos más icónicos que se han escrito. Esos personajes caninos que después de haber leído sus peripecias y aventuras todo mundo añora. Acompaños y descubre junto con nosotros lo real de este mundo de literario y como todos tenemos un perrito que puede ser un personaje de novela.
La literatura y los perritos
Hablar de personajes literarios, es un fascinante tema, ya que te permite entrar a un mundo que no tiene limites y con el cual podemos vivir su día a día. La forma de pensar y ver el mundo de los personajes que crean los escritores hacen que nuestra fascinación por los libros crezca.
A lo largo de toda la historia literaria miles de personajes caninos han salido de las plumas de escritores, desde Homero y hasta J.K. Rowling han considerado como parte esencial de sus novelas a los perritos, dotándolos de personalidades que van más allá de una simple compañía.
Sin embargo, a pesar de que todo el universo de personajes caninos que se han escrito tienen su encanto, hay un cumulo de ellos que han permanecido en el corazón de todos los lectores y que después de leerlos se incrustan en nuestros sentimientos.
Por eso hoy hablaremos de los mejores personajes caninos, que sin importa si solo son un personaje secundario o si son el personaje principal de una novela o saga de libros, se han convertido en parte del imaginario colectivo.
Los mejores perritos
Clifford, El gran perro rojo
Fang, el mejor amigo de Hagrid
El sabueso de los Baskerville
Snowy, el perrito de Tintin
Toto, y el Mago de Oz
Disponte a leer
Como puedes ver los mejores personajes literarios siempre tendrán una vida llena de aventuras, difundamos la lectura y continua con tu aventura literaria. Si aún no has leído alguno de los libros aprovecha estas recomendaciones y disfruta de estos adorables personajes.
Fuentes
1 y 2.
Hachikō
El akita al que todos deberíamos imitar por su inmensa lealtad.
La historia de este este singular perrito comienza cuando el 10 de diciembre de 1923 nace en una granja de Odate, Japón.
En 1924, el Profesor Hidesaburō Ueno lo encontró, pero dado que recientemente había sufrido la muerte de una perrita que tenían, esto le causaba gran tristeza razón por la que no quería quedarse con el, pero su hija le pidió que se lo quedaran y así fue. Hachiko viajo durante dos días a su nueva casa en tren pero el viaje fue tan duro para el que cuando los sirvientes del profesor lo fueron a recoger, pensaron que estaba muerto. Pero cuando lo llevaron a casa del profesor y le acercaron un trasto con leche, el perrito se reanimo. Cuando el profesor lo vio y lo pudo levantar se dio cuenta que tenia las patitas separadas de una forma inusual, se parecían a el kanji (letra japonesa) del número 8 (八)por lo que decidió llamarlo Hachi ("ocho" en japonés)
Aunque Hachiko era para la hija del profesor, esta al casarse va a vivir a la casa paterna de su esposo, pero el profesor ya se había encariñado con el perrito y se queda con el. Así empieza la historia del ir y venir de Hachiko, todos los días acompañaba al profesor a la estación de Shibauya para despedirse ahí de el y así sucedió durante los siguientes dos años.
Hasta que el 21 de mayo de 1925, el profesor Ueno sufrió un derrama cerebral mientras que daba sus clases en la universidad de Tokio y falleció. Ese día Hachiko fue a la estación pero al no llegar su amo, el se quedo ahí toda la noche Pero no le bastó con eso, regresó una y otra vez y lo esperó en la estación de trenes durante 10 años, con la esperanza de que algún día volviera.
Al principio Hachiko no fue bien recibido, y era visto como una molestia por los trabajadores y los usuarios de la estación. Pero al cabo del tiempo se fue haciendo conocido entre los trabajadores y los viajeros de tren, quienes de vez en cuando le acariciaba, o le daban golosinas.
"Tristemente, en 1925, Hidesamuro murió en el trabajo. El akita ese día no lo vio regresar a la estación y se quedó esperando durante toda la noche. Pero no le bastó con eso, regresó una y otra vez y lo esperó en la estación de trenes durante 10 años, con la esperanza de que algún día volviera."
En las fotografías de la época, su mirada se ve cansada de tanto aguardar, pero aún conservaba la esperanza de reunirse con su amado dueño.
Finalmente Hachiko murió en 1935 y, hasta su último día fue un perrito fiel y esperó atento a la llegada de su amo, este es un valor que los humanos deberíamos imitar.
Fotos de Hachiko en la estación de trenes de Shibauya
Con el paso de los años, la admiración por Hachiko y su leal espera había ido creciendo entre el personal de la estación. Los japoneses reconocieron la extraordinaria fidelidad de este perro, y lo honraron a su muerte, como si fuese una persona. Todos se congregaron alrededor de su cuerpo para velarlo, mostrando el máximo respeto por el animal.
La segunda mujer por la derecha, en la primera fila, es la viuda del profesor Ueno.
En abril de 1934, una estatua de bronce fue erigida en su honor en la estación Shibuya, y el propio Hachikō estuvo presente el día que se inauguró.
Nueve años después (1944) ―en el marco de la Segunda Guerra Mundial―, la estatua de bronce de Hachikō se tuvo que fundir para fabricar armas. Pero en agosto de 1947 ―dos años después de la finalización de la guerra―, se erigió otra estatua de bronce en la salida número 8 de la misma estación Shibuya, aún permanece y es un lugar de reunión extremadamente popular, tanto que en ocasiones la aglomeración de gente dificulta el encuentro.
El 8 de marzo de cada año se conmemora a Hachiko en la plaza frente a la estación de trenes de Shibuya.1También hay una estatua similar delante de la estación de trenes de la ciudad de Odate
ace exactamente 60 años, un ser vivo dejó, por primera vez, el planeta Tierra rumbo al espacio: la perrita Laika, lanzada en el satélite ruso Sputnik 2 el 3 de noviembre de 1957.
El pleno auge de la Guerra Fría, el líder soviético, Nikita Kruschev, que asumió el mando de la Unión Soviética dos años después de la muerte de Joseph Stalin, se enroló en una carrera espacial contra Estados Unidos, una disputa de poder ampliamente expuestas en la propaganda de ambos países.
Entusiasmado, el líder de la Unión Soviética exigió del ingeniero responsable del programa espacial Sergey Korolev algo "espectacular" para el 40 aniversario de la revolución comunista.
Entonces, Korolev propuso enviar un perro al espacio. Como, en ese entonces, no había la tecnología suficiente para garantizar el retorno del satélite, el animal sería enviado a una muerte segura.
La selección de perros que pudieran ser enviados al espacio siguió algunos criterios. Primero, debido al tamaño del cohete, el animal podría pesar un máximo de 7 kg.
Los perros de raza y con pedigrí eran considerados demasiado mimados e incapaces de alcanzar buenos resultados en los cursos de "supervivencia en situaciones graves". Por tanto, el "escuadrón de perros cosmonautas" fue reclutado, principalmente, en las calles.
Laika por ejemplo, fue encontrada como una perra callejera vagando por las calles de Moscú. Los científicos soviéticos optaron por utilizar perros callejeros de Moscú ya que se asumía que estos animales ya habían aprendido a soportar las condiciones extremas de frío y de hambre.
De los 10 candidatos preseleccionados para la prueba final -resistencia en la cámara de presión centrífuga-, tres sobresalieron: Albina, Laika y Mukhu.
Albina estaba embarazada y Mukhu fue rechazada por tener curvas poco fotogénicas en las patas. Así que Laika fue la elegida para morir en el espacio y entrar en la historia.
Una revista rusa describió su temperamento como flemático, argumentando que no se peleaba con otros perros. Vladimir Yazdovsky, quien dirigió el programa de perros de prueba utilizados en cohetes, en una publicación tardía escribió que «Laika era tranquila y encantadora».
El Sputnik 2 no fue técnicamente desarrollado para aterrizar. Era un cilindro de cerca de cuatro metros de altura y dos metros de diámetro.
Laika estaba en una cápsula del tamaño de una lavadora, con un dispositivo para la regeneración química del aire y un alimentador automático que abría, dos veces por día, la tapa de un recipiente con una mezcla de nutrientes gelatinosos. A la perrita le implantaron un sensor en las costillas para medir su respiración y otro sensor para medir su pulso en la arteria carótida.
Laika estuvo en entrenamiento dentro de la cápsula por varios días para que pudiera acostumbrarse a la situación.
Según los documentos de la NASA, Laika fue colocada en la cápsula del satélite el 31 de octubre de 1957 —tres días antes del inicio de la misión. En esa época del año, las temperaturas en el sitio de lanzamiento eran extremadamente bajas, por lo que se usó una manguera conectada a un calentador para mantener caliente el contenedor. Dos asistentes estaban encargados de vigilar constantemente a Laika antes del comienzo de la misión.
Uno de los técnicos que preparó la cápsula antes del despegue final declaró que "después de la colocación de Laika en el contenedor y antes de cerrar la escotilla, le besamos la nariz y le deseamos buen viaje, sabiendo que no iba a sobrevivir al vuelo."
La hora exacta del despegue varía de una fuente a otra, pero se menciona que fue a las 05:30:42 o a las 7:22 hora de Moscú. Al alcanzar la máxima aceleración después del despegue, el ritmo respiratorio de Laika aumentó de tres a cuatro veces lo normal, y su frecuencia cardiaca pasó de 103 a 240 latidos por minuto. Al alcanzar la órbita, se desprendió exitosamente la punta cónica del Sputnik 2. La otra sección de la nave que debía desprenderse (el "Blok A") no lo hizo, impidiendo que el sistema de control térmico funcionara correctamente.
En octubre de 2002, el científico Dimitri Malashenkov, quien participó en el lanzamiento del Sputnik 2, reveló que Laika había muerto entre cinco y siete horas después del despegue, debido al estrés y sobrecalentamiento. De acuerdo con un artículo que presentó en el Congreso Mundial del Espacio en Houston:
«Resultó prácticamente imposible crear un control de temperatura fiable en tan poco tiempo.»
El Sputnik 2 orbitó la Tierra 2.570 veces, durante 163 días. La nave se desintegró al entrar en contacto con la atmósfera el 14 de abril de 1958.
El Sputnik 2 no fue diseñado para ser recuperable, y siempre se tuvo la intención de que Laika muriera. La misión desencadenó un debate mundial sobre el maltrato y experimentos con animales en general, para avanzar en la ciencia. En el Reino Unido, la Liga Nacional de Defensa Canina (NCDL, actualmente Fundación para los Perros) pidió que los dueños de perros guardaran un minuto de silencio en honor a Laika, mientras que la Real Sociedad para la Prevención de la Crueldad contra los Animales (RSPCA) recibiera protestas, incluso antes de que Radio Moscú haya terminado de anunciar el lanzamiento. Varios grupos protectores de los derechos animales protestaron frente a embajadas soviéticas. Otros se manifestaron frente a las Naciones Unidas en Nueva York; sin embargo, algunos científicos estadounidenses ofrecieron apoyo a sus colegas soviéticos, por lo menos antes de que se anunciara la muerte de Laika.
Actualmente el tema de defensa de los derechos de los animales es un tema vigente y con mucho impulso por parte de varias organizaciones y grupos defensores de los derechos de los animales se oponen a la experimentación animal, argumentando que existen alternativas a la experimentación con animales y motivos éticos.
La PETA organizó el Día Internacional del Animal de Laboratorio, posteriormente reconocido por la Organización de las Naciones Unidas; en este día, cada 24 de abril, se conmemora la muerte de millones de animales en todo el planeta. La ADDA (Asociación para la Defensa de los Derechos del Animal) también se ha posicionado en contra de la investigación y el comercio con animales y en 1986 erigió un monolito con la inscripción: «En homenaje a los animales de laboratorio, seres que no tienen la oportunidad de negarse al sacrificio que requiere de ellos la ciencia». En 2016 las líneas aéreas Iberia y Air Europa bloquearon el transporte de animales de laboratorio. La primera compañía especificó que el motivo era por cambios en el reglamento de seguridad. Air Europa no dio ninguna información.
-En memoria de Laika, la perrita rusa que se convirtió en una estrella-
Fuentes: